El Gas Licuado del Petróleo (GLP) es una energía ideal para las fábricas dedicadas a la producción de ladrillos de alta calidad.
Los ladrillos de arcilla se utilizan en una amplia gama de la construcción: edificios, viviendas, túneles, vías fluviales y puentes son construidos con ladrillos.
Durante años la industria de producción de ladrillos de arcilla ha sido señalada como responsable contaminación del aire en los países en desarrollo, debido a que utilizan fuentes energéticas altamente contaminantes. Sin embargo, muchas ladrilleras en el mundo han optado por utilizar GLP, un combustible alternativo más limpio para el proceso de cocción de ladrillos: gracias a su poder calorífico eleva y mantiene de forma eficiente las temperaturas requeridas por los hornos donde se cuecen los ladrillos; esto, sin generar demasiadas emisiones contaminantes.
Uno de los retos ambientales más importantes que debe abordar la industria ladrillera es el uso de fuentes energéticas amigables con el medio ambiente, como lo es el GLP.
En el caso de los hornos utilizados en las fábricas de ladrillos, cuando son alimentados con GLP, obtienen diversos beneficios como los precios competitivos, la generación de menos emisiones al aire y el aumento notable en la calidad y velocidad de producción.