El GLP y su contribución a la calidad del aire

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El gas LP (GLP) contribuye al cuidado del planeta. Es un combustible bajo en carbono y poco contaminante, razón por la cual los gobiernos de todo el mundo lo reconocen como una energía limpia que contribuye al mejoramiento de la calidad del aire, tanto al interior de los hogares como en el exterior (reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero).

Aquí las razones por las cuales el GLP minimiza las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) y por tanto, contribuye al cuidado de la calidad del aire:

Emisiones de CO2 reducidas

Ya sea utilizado como fuente de cocción de alimentos, combustible vehicular o náutico, calefacción o aplicaciones industriales, el GLP es una energía de combustión limpia que contribuye a la reducción de las emisiones de CO2 en comparación con la biomasa, el fueloil y la electricidad.

Al ser utilizado para calefacción en los hogares, el GLP ayuda a reducir significativamente las huellas de carbono en el medio ambiente. En Europa, el GLP ofrece un 15% menos de emisiones de gases de efecto invernadero que la calefacción con fuelóleo. La ventaja del GLP sobre la electricidad es aún mayor: un 30% menos de emisiones de GEI en América del Sur, un 35% menos en Japón, un 38% menos en la República de Corea y hasta un 54% menos en América del Norte.

El GLP también se encuentra entre las fuentes de combustible con menor emisión de carbono para cocinar en muchas regiones del mundo. En la India, por ejemplo, el GLP emite un 60% menos de gases de efecto invernadero que las cocinas eléctricas, un 50% menos de emisiones que algunas estufas de biomasa y un 19% menos de gases de efecto invernadero que las estufas de queroseno.

Cuando se usa como combustible de transporte, el GLP emite menos CO2 que otros combustibles de hidrocarburos cuando está en combustión. Conducir en Autogas reduce las emisiones de CO2 entre un 10% y 12%, frente a un automóvil idéntico pero propulsado con gasolina.

Las huellas de carbón

A las partículas microscópicas de carbón que se quedan flotando en el aire, se les conoce como hollín, que algunos expertos clasifican como el segundo mayor contribuyente al cambio climático, después del dióxido de carbono (CO2).

El carbono negro se emite por la combustión en motores diésel, chimeneas industriales, fuegos de cocina residenciales y estufas de calefacción, entre otras cosas. Pero debido a que el carbono negro permanece en la atmósfera solo durante días o semanas, moverse rápidamente para ampliar el acceso a tecnologías que utilicen energías limpias ya existentes, como el GLP, puede ser una respuesta rápida y eficaz para reducir las emisiones de carbono negro.

Debido a que el GLP prácticamente no emite partículas, puede tener un impacto inmediato en el calentamiento global.

A medida que los tomadores de decisiones a nivel mundial continúan debatiendo los efectos del cambio climático y buscan formas de reducir las emisiones de GEI, el GLP puede ofrecer importantes soluciones a corto plazo.

El GLP no sólo se encuentra entre las opciones más atractivas para reducir las emisiones de GEI, sino que actualmente está disponible en abundancia en muchas partes del mundo a través de los canales de distribución existentes.

La masificación del uso del GLP puede ayudar a reducir inmediatamente las emisiones de GEI en muchas regiones del mundo, y dado que su logística de distribución y transporte no es tan compleja, puede llegar a cualquier rincón del mundo que requiera de esta energía limpia: es una solución energética inmediata, rentable y baja en carbono.

Ver aquí texto original (en inglés), vía WORLD LPG ASSOCIATION
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