Gas LP, la mejor alternativa para la sustitución de la leña
Columna de opinión publicada en el cuadernillo RSA del periódico EL NUEVO SIGLO, edición del 1 de octubre del 2024.
Por Alejandro Martínez Villegas*
*Presidente de la Asociación Colombiana del GLP – GASNOVA
En el Plan Nacional de Sustitución de Leña (PNSL) que estructuró la UPME (Unidad de Planeación Minero Energética) el año pasado, se concluye que el Gas LP (GLP) es el combustible más eficiente para sustituir el consumo de la leña y los combustibles de uso ineficiente y altamente contaminantes (CIAC). El análisis, que fue multicriterio, se hizo para cada departamento del país, incluyendo junto al Gas LP, otros energéticos de bajas emisiones como la electricidad, el biogás y el gas natural.
De acuerdo con las proyecciones de este documento de planeación gubernamental, entre 2023 y 2050 se calcula que más de 3 millones de personas se beneficiarán con la sustitución gradual del uso de la leña por Gas LP en cilindros y por redes de Gas LP y gas natural.
La estrategia prevista en el plan de la UPME se implementará de manera gradual al incorporar el Gas LP por etapas entre los años 2023-2026, 2027-2030 y 2031-2050. Esta gradualidad pretende asegurar la transición y minimizar las posibles barreras culturales y económicas al cambio en el consumo energético por parte de los usuarios, permitiendo que la población acoja esta nueva alternativa.
Datos consignados en la Encuesta Nacional de Calidad de Vida elaborada por el DANE (2021), alertan que el 10% de los hogares colombianos utilizan algún energético altamente contaminante para cocinar como la leña, carbón de leña, carbón mineral o material de desecho. El 1,1% de esos hogares reside en cabeceras municipales, mientras que el 40,1% se encuentra en centros poblados y rurales dispersos.
El PNSL identifica la necesidad de incrementar el uso de combustibles de bajas emisiones como el GLP para reducir la contaminación del aire, y mejorar la calidad de vida de más de 6 millones de colombianos que utilizan combustibles contaminantes, afectando su salud respiratoria.
En cuanto a los factores medioambientales, las conclusiones del PNSL señalan que la transición de leña a Gas LP es un paso significativo hacia la reducción de las emisiones contaminantes. En Colombia, se consumen cada año 5,1 millones de toneladas de leña para cocinar, que generan casi 8 millones de toneladas de CO2. Las proyecciones del PNSL, indican que combustibles como el GLP ayudarán a reducir la contaminación en más del 87% para el año 2050.
Por las anteriores razones, el Gas LP debe ser tenido en cuenta como una pieza clave dentro de la canasta energética nacional, tal como lo concluye el Plan Nacional de Sustitución de Leña. La adopción de este Plan no solo contribuirá a reducir las emisiones atmosféricas, sino que es el combustible que más rápido ataca la pobreza energética, particularmente en los habitantes de la llamada Colombia profunda.